Jan Harold Brunvand

Professor Jan Harold Brunvand expands his examination of the phenomenon of urban legends, those improbable, believable stories that always happen to a "friend of a friend."

Un asesino en serie, un trágico accidente, un cádaver en una cama... Las leyes urbanas son infinitas, los hombres vivimos codo a codo con la fatalidad a la vuelta de la esquina. Este autor -especialista en folklore- las recopila en este volumen que es todo un compendio de horrores y amenazas, basadas tanto en tradiciones, leyendas y mitos antiguos y contemporaneos.

Si en «El fabuloso libro de las leyendas urbanas», Jan Harold Brunvand, una de las máximas autoridades en la materia, ofrecía una gran antología de esta forma vivísima del folklore contemporáneo, en este nuevo libro se centra en las leyendas creadas y divulgadas especialmente con el propósito de asustar. Esta selección constituye un excelente compendio de horrores y amenazas basados en un sabio y perverso conocimiento de nuestra credulidad.

Al parecer, las temperaturas bajaron bruscamente en Houston, Texas, y un hombre metió dentro de su casa una planta que tenía colgada en el exterior, para evitar que se congelara. Dicha planta escondía una pequeña serpiente verde. La serpiente entró en calor, se deslizó hasta el suelo y se escondió debajo del sofá. La mujer del hombre empezó a gritar. El hombre, que estaba dándose una ducha, salió desnudo al salón. Se agachó en busca de la serpiente. Su perro le olisqueó el trasero con el hocico frío. El hombre creyó que era la serpiente y se desmayó. Su mujer supuso que había tenido un ataque al corazón. Llamó a una ambulancia. Al llegar, los enfermeros le pusieron en una camilla. En aquel momento reapareció la serpiente, y los enfermeros se asustaron. Soltaron al hombre y le rompieron un brazo. Y por eso acabó en el hospital.

Caimanes en las alcantarillas. Autoestopistas que desaparecen de dentro del coche. Ratas en las cajas de pollo frito… ¿Quién no ha oído alguna de estas leyendas urbanas? En reuniones de amigos, noches de excursión, fiestas de pijamas, colonias escolares… es habitual que la jornada a oscuras acabe con relatos de este tipo de historias, narraciones que contagian el miedo, a pesar de que la verosimilitud de los hechos se tambalee. Las leyendas urbanas que aquí se relatan, algunas cómicas y otras terroríficas, van acompañadas de un comentario sobre el origen y las variantes que cada una de ellas ha tenido a lo largo de los tiempos.

Caimanes en las alcantarillas. Autoestopistas que desaparecen de dentro del coche. Ratas en las cajas de pollo frito ¿Quién no ha oído alguna de estas leyendas urbanas? García Márquez dijo una vez que debería hacerse una antología de esas historias que se han convertido en el sustitutivo de la tradición oral. Pues bien, aquí está.