En Río de Janeiro las bandas del narcotráfico se disputan a tiros sus respectivos dominios y la policía cierra los ojos y alarga la mano. Nadie parece demasiado preocupado por las víctimas, porque éstas casi siempre son pobres y negras. El campo de batalla se limita a las favelas, los barrios de las colinas de la ciudad donde se hacinan cientos de miles de personas en condiciones lamentables. Mientras tanto, a los lujosos barrios del centro solamente llega el eco de losdisparos. Pero, ¿que puede ocurrir si de repente un jefe del narcotrafico consigue unir a las bandas? ¿Esta preparada la ciudad, el mundo, para enfrentarse a un ejercito de jovenes sin futuro armados hasta los dientes que de repente deciden que ha llegado su hora?Euclides Matoso, un periodista angoleño negro, enano, huerfano y homosexual que viaja a Rio para ver por ultima vez a su padrino, se encuentra de repente en el ojo del huracan: las favelas cariocas estan a punto de estallar. Un antiguo coronel reciclado a traficante de armas es quien le introduce en el mundo de Jararaca, el narcotraficante decidido a liderar una revuelta para acabar con la esclavitud. Zumbi, el Espartaco brasileño, ha resucitado y esta dispuesto a tomar Rio.Tal vez la pregunta no sea que pasaria si los pobres, los desposeidos, los desheredados de Brasil se decidieran a recuperar su parte del pastel por la fuerza. Tal vez la pregunta sea: ¿como es posible que no lo hayan intentado todavia?
Um morto da guerra descansa numa caneca de leite, em Luanda. Está um passageiro transformado em serpente no lavabo do avião. Um elevador, no Recife, foi desviado para Cuba por alturas do quarto andar