Retirado en una isla, frente al mar, un viejo judío griego busca rescatar su pasado. Cuando emigró a Buenos Aires, a principios de los sesenta. Constantino Shakuto sólo ansiaba reconstruir su vida, alejarse de unos hechos que lo atormentaban. Años despues, de regreso al viejo continente, su empeño es otro: recuperar la memoria de las ciudades que lo acogieron, de las casas en que habito, de las personas a las que quiso... Algunos especialistas del siglo dieciseis (p.e., Cosme Roselli en su Thesaurus Artificiosea Memoriae, Venecia, 1579) habian usado diagramas del infierno para representar los sistemas de la memoria. Ese no otro es el laberinto en el que se sumergira el lector El viajero junto al mar. Para todo ello, Jose Luis Cancho utiliza la escritura como un condensador, y el ritmo narrativo como un largo sinfonico.