El lector encontrará en este libro dos cosas que le sorprenderán fuertemente: la afirmación y demostración de que san Pablo escribió sus cartas en arameo, no en griego, y la utilización de este recurso para leer en la segunda carta a los Corintios una claras y preciosas afirmaciones del Apostol sobre la utilizacion en sus iglesias de escritos evangelicos, es decir, escritos en que se narran los hechos y dichos de Jesus, su pasion, muerte y resurreccion. Si estas dos cosas causan sorpresa en el lector, para su tranquilidad le decimos que ya la causaron en nostros cuando, hace seis años, el griego extraño hizo posible que leyeramos el luminoso arameo. Hasta la fecha, los textos del Apostol oscuros o inaceptables, que hemos descifrado, reconstruyendo el original arameo, no son solo los ofrecidos en este libro. En la actualidad, tenemos reconstruido el original arameo en mas de cincuenta pasajes de Romanos, 1 y 2 Corintios y 1 Tesalonicenses;; porque de momento solo de algunos capitulos de estas hemos tenido tiempo de ocuparnos. En una parte de estos, resulta claro que los evangelios fueron escritos antes que las cartas de san Pablo, al menos antes de su segunda carta a los Corintios, escrita lo mas tarde el año 57. El testimonio del Apostol no puede ser directo, es decir, no podemos esperar en sus cartas informacionesdirecta a sus destinatarios de cosas que estos concian muy bien, como los escritos sagrados que hablaban de Jesus, leidos en sus celebraciones liturgicas del domingo. Solo por dar alguna recomendacion o hacer una reflexion sobre estos escritos, alude a ellos san Pablo. Y hay un dato de gran importancia: por las palabras del Apostol es claro que los escritos evangelicos no se compusieron para utilidad exclusiva de los predicadores, sino tambien para lectura de las comunidades. Asi, segun el, poco despues de la muerte y resurreccion de Jesus (año 30), los creyentes en El contaron con una Escritura Sagrada paralela a la que veneraban por su condicion de piadosos judios, el Antiguo Testamento.
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