JUAN MANUEL PIÑA OSORIO es doctor en Pedagogía por la Facultad de Filosofía yLetras de la UNAM. Es investigador titular B del Instituto de Investigacionessobre la Universidad y la Educación de la UNAM (IISUE) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel ll. Forma parte de la planta academica del programa de maestria y doctorado en Pedagogia de la Facultad de Filosofia yLetras y de la FES Aragon, de la UNAM. Ha dirigido 14 tesis de grado en esteprograma. Ha formado parte de diversos comites evaluadores de proyectos y productos de investigacion tanto en Escuelas y Faculta-des de la UNAM como en instancias externas tales como Conacyt, ANUIES, Ceneval, Secretaria de RelacionesExteriores, Consejo Mexicano de Investigacion Educativa. Ha sido coordinador de varios proyectos de investigacion colectivos: oImagenes sociales de la UNAMpara el siglo XXI. Expectativas de actores de tres carreraso; oLa construccionsimbolica de las practicas escolareso; oLa UNAM vista por sus actoreso; oLa construccion social de la ciudadania en agentes universitarioso y oLa cultura politica de estudiantes universitarioso.
Una cuenta atrás de 9.000 años se acerca inexorablemente a su final... ¿Qué escondía el faraón rebelde Ajenatón en la nueva capital que erigió lejos de Tebas? ¿Qué sabiduría secreta protegieron los antiguos dacios, dando pie al mito de Zalmoxis? ¿Qué mano invisible ha guiado durante siglos a la humanidad hacia el progreso tecnológico y la convivencia en libertad... y por qué? Las claves del futuro están en el pasado. Nueve milenios después, el tiempo se agota... En Londres cunde el nerviosismo entre los integrantes de la sociedad secreta conocedora de esa terrible información. El momento de actuar ya no puede aplazarse más, pero la clave para hacerlo está en poder de un régimen brutal a punto de desmoronarse. Elena Ceauşescu guarda celosamente unos objetos procedentes del antiguo Egipto y de una avanzada civilización perdida en la noche de los tiempos. El joven arqueólogo disidente Cristian Brătianu se ve forzado a ingresar en la temida Securitate y trabajar para la dictadura que detesta. Deberá conseguir en España una tablilla egipcia que complementa los datos en poder de la ignorante y despiadada co-dictadora de su país. Sólo así podrá encontrar el trascendental legado que aquel enigmático pueblo dejó a la humanidad futura. Desde las tierras polares de Noruega hasta el peñón de Gibraltar y desde los Cárpatos hasta el Museo de Antropología de la Ciudad de México, los acontecimientos se suceden a un ritmo cada vez más vertiginoso. Madrid, Gijón, Ávila, Ceuta, Londres, Roma, Burdeos, París, Viena, Jerusalén, Rabat...
La vida cotidiana escolar n es sólo la rutina, la tranquilidad, lo familiar y lo intrascendente, sino también la tensión entre grupos, la confrontación de proyectos y el reconocimiento de una tradicion academica legitima. La vida cotidiana conjuga lo racional con lo no racional, lo programado con lo lo espontaneo, la rutina con la novedad. En los espacios escolares se expresa la diversidad cultural, que es el resultado de lo que cada grupo entiende como realidad. Juan Manuel Piña presenta dos invesigaciones de campo en las que se considera a los actores conmo personas enteras, con historias academicas construidas colectivamente e inmersas dentro de un contexto socioeconomico. El buen maestro lo es porque su bagaje teorico, seu capacidad didactica, asi como sus caracteristicas profesionales y su actividad academica se aproximan al modelo legitimo establecido por la tradicion dominante dentro de la institucion. El buen estudiante, de igual foram, es aquel que acepta e incorpora los enfoques teorico- metodologicos legitimos y las practicas academicas consecuentes. Lo bueno y lo malo, como el exito y el fracaso, no son terminos objetivos, sino construcciones sociales elaboradas a aprtir de la experiencia de la vida cotidiana.