Ni el hombre ni el mundo tienen en sí mismos la razón de ser de su existencia. La fe cristiana nos dice que todo cuanto existe ha sido creado por Dios y que Dios mismo lo sostiene en su ser. La creacion de todo por Dios es una verdad que ya el Antiguo Testamento enseña con claridad; por ello, cuanto existe es inicialmente bueno. Pero el Nuevo Testamento añade a esta fe un matiz decisivo: la creacion ha tenido lugar por medio de Cristo y en Cristo tiene su ultima finalidad. La creacion ha de ser contemplada en relacion con el misterio del Hijo hecho hombre y de la salvacion que nos trae con su muerte y resurreccion. Esto vale especialmente para el hombre, ya que, segun nos enseña el Concilio Vaticano II, el misterio del hombre solo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado, y Cristo manifiesta plena-mente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocacion (GS 22). Los temas clasicos del tratado sobre la creacion del mundo y del hombre se abordan desde esta perspectiva cristologica, insertos en el conjunto de las verdades de nuestra fe.
Universidad Pontificia Comillas (Publicaciones) 9788484682073
Reunión de diversos escritos del autor que abordan el tema de la salvación y responden a algunas preguntas como ¿Por qué es Cristo el salvador de todos? ¿Por qué debemos mantener los cristianos esta pretension que resulta no pocas veces ininteligible e incluso escandalosa a muchos de nuestros contemporaneos?Reunión de diversos escritos del autor que abordan el tema de la salvación y responden a algunas preguntas como ¿Por qué es Cristo el salvador de todos? ¿Por qué debemos mantener los cristianos esta pretension que resulta no pocas veces ininteligible e incluso escandalosa a muchos de nuestros contemporaneos?