Luis Garrido González

Las colectividades agrarias que surgieron con el estallido de la guerra civil en la zona leal a la República son el resultado de una constante labor de preparación y de la iniciativa auténticamente revolucionaria de los trabajadores. Estas colectividades conoceran un desarrollo y una dimension tan profunda y rica en Andalucia como en el resto de la España republicana. En Jaen, el proceso colectivizador representa un importante cambio estructural, que, cualitativamente, modifica la estructura de la propiedad, la estructura social de clases y la estructura economica de la produccion agraria. No obstante, las matizaciones locales y los diferentes puntos de vista con que se va a ir a la colectivizacion de la tierra por parte de las distintas organizaciones obreras jienenses, tendran como consecuencia la solucion de continuidad -y la acentuacion de las contradicciones sociales y economicas, que conduciran auna agudizacion de la lucha de clases en la retaguardia republicana, entre los jornaleros sin tierras -colectivistas mayoritariamente- y los pequeños propietarios y arrendatarios campesinos individualistas. Paralelamente, este proceso -del que Jaen es solo un ejemplo concreto provincial- se enmarca en una dinamica mucho mas amplia de lucha de clases a nivel nacional, que tiene su maxima expresion en la coyuntura critica de la guerra civil de 1936 a 1939.

El olivar jienense llega al siglo XIX en plena expansión, y aparecen los primeros indicios de un monocultivo, que se ha consolidado en el XX y perdura en el XXI. En el primero se distinguen tres etapas: La primera en el primer tercio del siglo que servirá para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado internacional de aceites. Otra segunda expansiva de 1830 a 1880 y la tercera de crisis entre 1881 y 1896. A caballo entre el siglo XIX y XX comenzó el definitivo período de clara expansión del olivar en la provincia de Jaén que ha perdurado hasta la actualidad.

Este libro contiene un recorrido histórico por la minería andaluza hasta la actualidad, resultando una síntesis comprensiva de una de las actividades más importantes de la economía regional hasta tiempos recientes, como prueban la enorme cantidad de vestigios conservados.

Desde los tartesios, el consumo del aceite de oliva se ha venido difundiendo antre los habitantes de Andalucía. Romanos, musulmanes y los cristianos de la conquista y repoblación incentivaron el cultivo olivarero, que ha conocido fases de expansion y de crisis a lo largo de la historia. Desde la entrada de España en la Union Europea, el sector ha conseguido importantes subvenciones comunitarias.

Se estudian las colectivizaciones que fueron resultado de la iniciativa revolucionaria de los trabajadores. Modificaron las relaciones laborales durante la guerra civil (1936-1939) y representaron un ejemplo concreto de lo que se denomina economia social.

La Sierra de Segura ha sido y es un enclave muy importante en la historia del sureste de España. En ella han ido confluyendo diversas poblaciones y culturas que, tomándola como crisol, han dado lugar a una region peculiar, que va mas alla de la provincia de Jaen. El trabajo de campo ha sido realizado en la zona nororiental de la Sierra de Segura, donde confluyen los municipios de Santiago-Pontones y Segura de la Sierra y la provincia de Albacete. Hemos recopilado las marcas que esas culturas han dejado a traves de los siglos y que conforman lo que hasta hace poco tiempo era una region con una identidad cultural propia. Dichas marcas se han recogido mediante entrevistas orales semiestructuradas y abiertas con los protagonistas actuales. El trabajo muestra la fragilidad de la situacion en la que se encuentra esta cultura popular debido a la fuerte emigracion de la poblacion joven y la no menos fuerte presion del turismo feroz.