[ NOTA: Este libro sólo se edita en Argentina] A comienzos del nuevo milenio la subjetividad masculina está en crisis y los varones de diferentes sectores y edades oscilan entre protagonizar o padecer esta situacion. Todas las sociedades conocidas han elaborado normativas referidas a las formas correctas o aceptadas de ser varon, asi como tambien han establecido prescripciones para ser mujer. Cuando el sistema de generos se transforma, ambos se encuentran involucrados. Las regulaciones sobre el genero, que han permanecido estables a o largo de los siglos, en la actualidad atraviesan un proceso de desestabilizacion que afecta las tradicionales relaciones de poder entre varones y mujeres. Pero mientras que el cambio de la condicion femenina ha beneficiado a las mujeres, para muchos hombres las tendencias que se observan hoy en Occidente constituyen una amenaza debido a que su poder social se encuentra cuestionado. En respuesta a multiples cambios culturales, sociopoliticos y economicos, surgen nuevos criterios para establecer una identidad masculina, sobre la base de una revision critica de la forma tradicional en que se ha construido el psiquismo de los niños en el contexto de la crianza familiar y de las instituciones sociales. Las autoras, psicoanalistas y expertas en estudios de genero, presentan diversos ensayos sobre la masculinidad, atendiendo a la variabilidad geografica e historica de los varones, asi como a algunos aspectos que se reiteran con insistencia.
Las mujeres somos las principales consumidoras de toda clase de terapias. Somos, también, la proporción más numerosa de estudiantes y profesionales que asisten a cualquier curso y actividad de corte psicologico. Los servicios asistenciales cuentan, en sus plantillas de colaboradores, con un numero siempre superior de mujeres con respecto al de hombres. No obstante este evidentisimo fenomeno de feminizacion de la Salud Mental, no somos las mujeres las protagonistas principales a la hora del planeamiento o de la confeccion de politicas asistenciales para los problemas que aquejan a las mujeres. Necesitamos miles de otras mujeres que como las autoras del presente trabajo se unan a la labor de revision, de replanteamiento, de teorizacion sobre la psicologia y la psicopatologia femeninas; que se unan a la tarea de definir con mayor precision sus malestares y sus formas de recuperacion: que se sumen a las mujeres que intentan ser protagonistas de derecho cuando hay que sentar definicion y norma sobre salud y enfermedad. Hay que dejar bien sentado que este llamado no entraña ninguna intencion separatista, todo lo contrario: ojala se unieran a nuestras preocupaciones y a nuestra labor todos los profesionales de la Salud Mental hombres. Pero, para nosotras las mujeres, esta tarea implica la puesta en practica de un imperativo etico: cada uno debe responsabilizarse de lo suyo.