Marta del Riego se licenció en periodismo por la madrileña Universidad Complutense y, tras vivir varios años en Londres y Berlín, regresó a Madrid, donde reside actualmente. Escritora y periodista, ha trabajado para diversos medios -El País, Marie Claire y Viajes de National Greographic, entre otros-. En la actualidad es redactora jefe de la revista Vanity Fair. Marta conoce bien los entresijos de la televisión y de la moda, sus luchas de egos desatados y los personajes excéntricos y divertidos que proliferan en ese ambiente.
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Berlín es una ciudad excéntrica, cruce de caminos, plural, moderna y contestataria. No es una capital fácil. Hay que visitarla muchas veces, vivirla mucho, hasta entenderla. La escritora Marta del Riego y el ilustrador Jorge Arranz, que la han disfrutado y recorrido sin descanso, aseguran que a Berlín "se la ha querido poco". Es posible que la capital de Alemania no tenga el aura romántica de París, la sólida tradición de Londres o el poderío de Nueva York. Es una ciudad de belleza áspera, misteriosa. Pero fascinante. La modernidad, lo crean o no, se inventó aquí. Hay algo, además, que la hace única: En esta ciudad nadie es forastero.
Icia va a cumplir cuarenta años y no puede ser madre. Cuando la echan de su trabajo, decide regresar a su pueblo natal para rescatar las viñas familiares: la fertilidad de las vides sustituirá a su propia fertilidad. Pero nada es facil en esa tierra feroz del Noroeste, ni el paisaje ni la gente ni el recibimiento de una madre problematica y excentrica. Icia comienza entonces un viaje interior que la obligara a enfrentarse al sombrio drama de su familia al tiempo que se implica en una relacion violenta y sexual con un viticultor. En esa busqueda de intensidad erotica y crueldad soterrada se acercara peligrosamente a la muerte y conocera la redencion. Marta del Riego Anta ha escrito una historia deslumbrante de aires goticos en torno a la maternidad y al desarraigo, donde el paisaje de la España rural, cargado de fuerza y misticismo, hilvana toda la trama y la convierte en un canto oscuro a la tierra y al vino.
Flores de sangre sobre la hierba es el diario de una mujer que es muchas mujeres: la niña, la adolescente, la adulta. Yo vengo de un entorno rural: mis novelas giran en torno a la relación con la tierra, mis poemas, tambien. Se podria decir que Flores de sangre sobre la hierba es un poemario filotelurista, donde la mujer y la tierra se funden en plena intensidad. Esta la sangre que tienen todos estos poemas desde el cuerpo. Pero tambien desde el alma: la maternidad, las perdidas, la posibilidad imposible del amor, el vuelo corto y el abatimiento largo. La fuerza del poema para entrar en la sordidez sin embozo, y para salir de ella con esa extraña ternura, tan personal, que solo encuentra anclaje en los elementos externos (el rio, los mirlos, la mujer que da el pecho al bebe, los juncos, la hierba humeda, los animales?) para conjurar la soledad. Los poemas de Flores de sangre sobre la hierba poseen la capacidad felina de atraernos y, sin solucion de continuidad, arañarnos. Con un lenguaje de mixtura original (y natural) entre las palabras de la tierra, las lecturas, y el lenguaje cotidiano, tan urbano, que conforman ese ser hibrido de tantas cosas que se adivinan en el libro, y que seducen por su verdad.