Melinda Cooper es catedrática asociada de la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad de Sydney, Australia. Sus investigaciones se centran en los estudios sociales sobre finanzas, economías biomédicas, neoliberalismo y nuevos conservadurismos sociales. Es autora de Life as Surplus: Biotechnology and Capitalism in the Neoliberal Era (University of Washington Press, 2008) y Valores familiares (Traficantes de sueños, 2020). Es coeditora, con Martijn Konings, de la serie de libros Currencies: New Thinking for Financial Times.
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¿Por qué el discurso de los valores de la familia fue fundamental para la revolución conservadora y de libre mercado de la década de 1980 y por qué ha seguido ejerciendo una influencia tan profunda en la vida politica estadounidense y de otros paises occidentales? ¿Por que los neoliberales del libre mercado a menudo han hecho causa comun con los conservadores sociales sobre la cuestion de la familia, a pesar de sus diferencias en todo lo demas?En este libro, Melinda Cooper desafia la idea de que el neoliberalismo privilegia el individualismo atomizante sobre las solidaridades familiares, asi como la libertad contractual sobre el estatus heredado. En la tradicion de las leyes de pobres de los paises anglosajones, muestra como el espiritu liberal de la responsabilidad personal siempre ha estado respaldado por un imperativo mas amplio de responsabilidad familiar y como esta inversion en las obligaciones de parentesco ha facilitado recurrentemente la alianza entre los liberales del libre mercado y los conservadores sociales.El neoliberalismo, argumenta, debe entenderse como un esfuerzo por revivir y traducir la tradicion de las leyes de pobres a la lengua contemporanea de la deuda familiar. A medida que los politicos neoliberales impusieron recortes en los presupuestos de salud, educacion y bienestar, identificaron a la familia como una alternativa total al Estado de bienestar. Y a medida que la responsabilidad del gasto deficitario paso del Estado al hogar, las obligaciones de deuda privada de la familia se definieron como fundamentales para el orden socioeconomico. A pesar de sus diferencias, los neoliberales y los conservadores sociales han estado basicamente de acuerdo en que los lazos familiares deben ser fomentados y, mas aun, hacerse cumplir, como contraparte necesaria de la libertad de mercado. Solo al restaurar la familia a su posicion central en el proyecto neoliberal podemos entender la alianza politica que define nuestro tiempo entre la economia de libre mercado y el conservadurismo social.
La escalada de los precios de la vivienda en las principales ciudades occidentales ha abierto profundos abismos de desigualdad entre personas que ganan los mismos salarios pero que empiezan a diferenciarse por su condicion de propietarios o inquilinos.El aumento de la desigualdad se ha convertido ya en el rasgo definitorio de nuestra era. La crisis del petroleo de 1970, la financiera de 2008 y la pandemia del Covid-19, entre otras, han ido transformando esa desigualdad; y, sin embargo, las herramientas con las que intentamos entenderla son las mismas desde hace demasiado tiempo. En este iluminador ensayo, Lisa Adkins, Melinda Cooper y Martijn Konings exponen que en una economia de activos como la que vivimos, el conflicto social ya no es patron y trabajador, sino entre propietario e inquilino. trabajo ha dejado de ser el valor fundamental para definir la clase social; su lugar lo ha ocupado el ser o no propietario de una o mas propiedades inmobiliarias. El libro empieza con un breve recorrido historico que empieza con la promesa a la generacion del baby boom del ascenso social a traves de la vivienda, y termina con la constatacion millennial de lo contrario: que esta propiedad se ha convertido en un segregador social que canaliza las rentas de la mayoria social hacia una minoria. A continuacion, se exploran fenomenos ampliamente debatidos pero poco comprendidos, como la dinamica de la inflacion inmobiliaria urbana, los cambios en la politica monetaria y la responsabilidad de los politicos de la tercera via en estos cambios o el papel de los fondos buitre.Esta edicion se completa con Un pais salvaje, un ensayo introductorio de Javier Gil que adapta las propuestas del libro al contexto español y lo conecta con las tensiones sociales recientes para avanzar una hipotesis, que es a la vez una oportunidad: la forma en la que se articule la sociedad en torno a la vivienda definira el conflicto de clase de las proximas decadas.
El aumento de la desigualdad se ha convertido ya en el rasgo definitorio de nuestra era. La crisis del petróleo de 1970, la financiera de 2008 y la pandemia del Covid-19, entre otras, han ido transformando esa desigualdad; y, sin embargo, las herramientas con las que intentamos entenderla son las mismas desde hace demasiado tiempo. En este iluminador ensayo, Lisa Adkins, Melinda Cooper y Martijn Konings exponen que en una economia de activos como la que vivimos, el conflicto social ya no es patron y trabajador, sino entre propietario e inquilino. trabajo ha dejado de ser el valor fundamental para definir la clase social; su lugar lo ha ocupado el ser o no propietario de una o mas propiedades inmobiliarias.El libro empieza con un breve recorrido historico que empieza con la promesa a la generacion del baby boom del ascenso social a traves de la vivienda, y termina con la constatacion millennial de lo contrario: que esta propiedad se ha convertido en un segregador social que canaliza las rentas de la mayoria social hacia una minoria. A continuacion, se exploran fenomenos ampliamente debatidos pero poco comprendidos, como la dinamica de la inflacion inmobiliaria urbana, los cambios en la politica monetaria y la responsabilidad de los politicos de la tercera via en estos cambios o el papel de los fondos buitre.Esta edicion se completa con Un pais salvaje, un ensayo introductorio de Javier Gil que adapta las propuestas del libro al contexto español y lo conecta con las tensiones sociales recientes para avanzar una hipotesis, que es a la vez una oportunidad: la forma en la que se articule la sociedad en torno a la vivienda definira el conflicto de clase de las proximas decadas.