La costa mediterránea de Turquía fue el centro del mundo conocido durante 2.000 años. En los siguientes 1.500 quedó en la oscuridad, dominio de cabras y pescadores. Hoy experimenta un enorme y rápido resurgir como uno de los principales enclaves turisticos del mundo, una compulsiva mezcla de sol garantizado, calor, aguas turquesa, hospitalidad, buena comida, mucha historia y paisajes montañeses espectaculares. En temporada alta la region es un bazar y en temporada baja un solar en construccion. Encantadora todo el año. Turquia es gloriosa, complicada, estimulante, confusa, refrescante, enojosa a veces y siempre fascinante, con al menos tres identidades diferenciadas. En primer lugar la Turquia del turismo, un reguero de tiendas caras, hoteles nuevos, baños en topless, cervecerias y urbanizaciones. Luego la Turquia occidentalizada, la de las ciudades costeras con estilo de vida occidental, entre el Islam y la MTV. Y, por fin, la Turquia tradicional. Unos cuantos kilometros al interior o al doblar una esquina en las zonas mas pobres y ahi estan las mujeres con zaraguelles y pañuelo y los hombres con sus pipas de agua y tableros de backgammon. Carreteras con baches, curvas de herradura, casas medio derruidas... Por ultimo, por si la moderna Turquia no fuese lo bastante complicada, hay 8.000 años de Historia, unas montañas espectaculares, un mar azul turquesa limpido, un sol abrasador, cabras negras y rojizas, olivares, manzanos, pinos y tomillo silvestre.
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