El capuchino fray Francisco de Tauste (1626-1685) estudió durante más de veinte años la lengua de los nativos de Nueva Andalucía (en la actual Venezuela). En 1680 publicó la presente obra, una gramática pensada como instrumento de evangelización para los misioneros que constituye, a la vez, un monumento filológico de primer orden. Preceden a la edición facsímil varios estudios a cargo de Luis Longás Otín, Pilar Romero de Tejada, Enrique Miret Magdalena y Miguel Ángel Pallarés Jiménez.
Aunque la imprenta de Zaragoza en el siglo XV ha sido considerada por los historiadores como una de las más importantes del conjunto hispano, sobre todo el taller que fue comandado por los hermanos Pablo y Juan Hurus, hasta ahora no se había realizado un sistemático barrido de fuentes documentales locales coetáneas para tratar de conocer, a través de las noticias archivísticas, el arranque de la actividad tipográfica en dicha ciudad. La capital de Aragón, en esos momentos, era un importante centro de producción de códices y de soportes (pergamino y papel), así como un nudo comercial sobresaliente donde llegaban, de la mano de mercaderes extranjeros, un aluvión de libros estampados en Europa, que se distribuían desde aquí al resto de los reinos de la Península Ibérica. La instalación de una imprenta estable estaba, pues, perfectamente contextualizada en el momento económico que vivía Zaragoza. Esta aportación viene a complementar el trabajo de los bibliógrafos, que siempre han tenido al incunable publicado en Zaragoza como uno de sus principales objetivos de estudio.
El propósito de este libro viene justificado tanto por el deseo de recordar la figura de uno de los más grandes militares españoles, como por el de contribuir a difundir una obra impresa en el prestigioso taller zaragozano de Jorge Cocci, que es la primera cronica que relata la conquista del reino de Napoles. A la edicion critica de la obra la preceden dos estudios introductorios sobre el contenido y difusion de la obra y sobre la divulgacion de noticias y oportunismo comercial en el mercado de los impresos castellanos de principios del siglo XVI.