Otfried Höffe

La globalización de nuestras condiciones sociales también está afectando el ámbito del Derecho penal. Aunque éste sea incumbencia de cada uno de los Estados, en la práctica, la internacionalización es un hecho cada vez más extendido. El terrorismo, el tráfico de armas, drogas o personas sobrepasan las fronteras. Un delito económico cometido en Singapur por un delincuente detenido en Francfort, tal vez se juzgue en Gran Bretaña; un turista turco, de viaje a Escandinavia, puede ser penalizado en Alemania por una infracción de la circulación. Precisamente los casos más concretos pueden representar, por sus paradojas, un desafío para la filosofía del derecho. Höffe parte de una serie de situaciones reales para plantear preguntas de extrema actualidad: ¿Existe un derecho penal igualmente válido para la gente de color negro y la de color blanco, para judíos, cristianos, mahometanos y budistas, para corredores de bolsa y cultivadores de arroz, para los soldados de frontera de la extinta RDA y para sus superiores, para los militares serbios y los mudjahedín afganos? El interés permanente por un Derecho penal comprometido con los derechos humanos es independiente de las peculiaridades de la Modernidad europea. Los argumentos a favor de un Derecho penal intercultural se iluminan en el presente estudio por medio de un recorrido de la situación actual en diversas culturas y también en por un repaso histórico. En los testimonios del Oriente antiguo, de la Grecia clásica, del antiguo Israel y del Imperio romano, se puede percibir, no sin asombro, que la sensibilidad y la conciencia de las diferencias culturales y la necesidad de respetarlas no es, ni mucho menos, el mérito del mundo actual.

Los ensayos de Otfried Höffe reunidos en El proyecto político de la modernidad giran en torno a temas fundamentales de la ética, la filosofía política, la filosofía del derecho y la antropología filo

La globalización -entendida como los procesos de progresiva supresión de límites, las estrategias que los hacen posibles y los resultados que de ellos se obtienen- se produce, afirma el autor de esta obra, en tres dimensiones: en una "comunidad global de violencia", en una mas rica "comunidad global de cooperacion" y, en no menor medida, en una "comunidad global de riesgo, carencias y sufrimiento". Y es en esas tres dimensiones donde existe una necesidad global de accion que exige actores de competencia global. A partir de una teoria de los sujetos responsables, que complementa nociones clasicas de la filosofia politica (interes y poder, instituciones y constituciones), Otfried Hoffe desarrolla aqui una teoria del ciudadano y de la sociedad que contempla los tres roles imprescindibles de la ciudadania: la ciudadania economica, la ciudadania politica y la ciudadania del mundo.

Otfried Höffe analiza en este libro diversos aspectos de la teoría de la justicia y del derecho, vinculándolos con la problemática de la justificación del sorden social. Un estudio acerca de las posi

La filosofía no quiere hechizar el mundo en que vivimos ni darle una hondura mística. Se ocupa más bien de cuestionesfundamentales que afectan a toda la humanidad y busca respuestas universalmente válidas, sirviéndose exclusivamente de los medios de la razón. Otfried Hóffe traza en estas páginas el caminorecorrido por la filosofía desde sus comienzos hasta el presente inmediato seleccionando los temas, personas, escuelas y obras más importantes del tesoro casi inagotable de la filosofía. Acompañanal texto 180 ilustraciones, en su mayoría en color, que se explican detalladamente y constituyen en conjunto un contrapunto al texto. Un libro que propone no solo una historia de la filosofía sino tambiénuna invitación a que el lector aprenda a filosofar por su cuenta guiado por los grandes filósofos.

En estas páginas Otfried Höffe muestra que las preguntas sobre la ética y la acción moral han de hacerse sistemáticamente. ¿Está situado el ser humano realmente por encima de todas las demás criaturas? ¿Pueden pensar los animales? ¿Están justificados los altos salarios de los ejecutivos? ¿Para qué pueden usarse los logros técnicos y médicos, y para qué no? Höffe intenta encontrar respuestas a tales cuestiones utilizando una terminología comprensible y, sobre todo, sin mostrar un tono moralista.

Otfried Höffe (Leobschütz, 1943) es un reputado especialista en la filosofía moral de Aristóteles y en el pensamiento de Kant que aúna su formación clásica con un conocimiento profundo de la filosofí

La globalización de nuestras condiciones sociales también está afectando el ámbito del Derecho penal. Aunque éste sea incumbencia de cada uno de los Estados, en la práctica, la internacionalización es un hecho cada vez mas extendido. El terrorismo, el trafico de armas, drogas o personas sobrepasan las fronteras. Un delito economico cometido en Singapur por un delincuente detenido en Francfort, tal vez se juzgue en Gran Bretaña; un turista turco, de viaje a Escandinavia, puede ser penalizado en Alemania por una infraccion de la circulacion. Precisamente los casos mas concretos pueden representar, por sus paradojas, un desafio para la filosofia del derecho. Hoffe parte de una serie de situaciones reales para plantear preguntas de extrema actualidad: ¿Existe un derecho penal igualmente valido para la gente de color negro y la de color blanco, para judios, cristianos, mahometanos y budistas, para corredores de bolsa y cultivadores de arroz, para los soldados de frontera de la extinta RDA y para sus superiores, para los militares serbios y los mudjahedin afganos? El interes permanente por un Derecho penal comprometido con los derechos humanos es independiente de las peculiaridades de la Modernidad europea. Los argumentos a favor de un Derecho penal intercultural se iluminan en el presente estudio por medio de un recorrido de la situacion actual en diversas culturas y tambien en por un repaso historico. En los testimonios del Oriente antiguo, de la Grecia clasica, del antiguo Israel y del Imperio romano, se puede percibir, no sin asombro, que la sensibilidad y la conciencia de las diferencias culturales y la necesidad de respetarlas no es, ni mucho menos, el merito del mundo actual.