Según Rafael Paz, aunque la influencia del psicoanálisis trasciende con creces el ámbito de la cura, para los psicoanalistas que lo practican es allí donde se refrenda cada día el pacto que anuda compromiso terapeutico y sosten de la experiencia del inconsciente. El marco general no es propicio, y si bien esta artesania ha atravesado dificultades considerables, tampoco es inmune a la instalacion cruda o dulcemente coercitiva de modos de vida que diluyen la densidad subjetiva, y a terapeuticas que los convalidan. Por eso se da la necesidad estrategica de refrendar la afirmacion del inconsciente y del universo pulsional como dimensiones constitutivas y potentes, junto a la socialidad como componente primario de lo humano. Los psicoanalistas pretenden apertura emocional, aceptacion de las versiones contrastantes de si y de los seres y vinculos primarios, disminucion del sufrimiento y de la angustia. Esto requiere atravesar resistencias y aceptar las reglas del juego transferencial, donde convergen pasion y sentido, como la metapsicologia lo reconoce.