Este libro analiza cómo se han ligado, en el Sur global, los procesos constituyentes con la transformación del Estado y la implementación de nuevos paquetes de políticas públicas. Estas últimas se han dirigido a satisfacer los nuevos catalogos de derechos sociales, economicos y politicos recogidos en las nuevas Constituciones promulgadas durante los ultimos años. Hasta el momento, en los paises europeos y arabes, no ha sido posible proyectar los intensos procesos de movilizacion social en procesos constituyentes exitosos capaces de promulgar nuevas Constituciones, esto es, en conquistas institucionales que reequilibren la relacion de fuerzas a favor de las clases populares. Sin embargo, la reivindicacion de una democracia real, la intensidad de los procesos destituyentes y el lanzamiento de procesos constituyentes incipientes apuntan a un horizonte de apropiacion de los Estados. Tal desplazamiento debiera proveer un escudo capaz de resistir la brutal gestion de las crisis por parte de las elites, gestionar los nuevos derechos de lo comun en beneficio del 99 % e imponer una senda de desarrollo y crecimiento, ecologico y socialmente sostenible, que acabe con la pobreza y la exclusion, genere empleo y termine con la corrupcion y la depredacion reinantes.
Las nuevas logicas de acumulacion de riqueza aumentan la brecha entre la alta burguesía congnitiva y el cognitariado, instituyendo así una sociedad global basada en la ignorancia. Por eso, ningún proyecto politico emancipador puede eludir el debate sobre alternativas para generar y gestionar el conocimiento como una "virtud de los comunes".
Partiendo de una crítica a la economía neoclásica, Rene Ramirez Gallegos propone una socioecología politica del buen vivir, que conciba como unidad de valor y analisis, en lugar del dinero, el tiempo "bien vivido". Mientras la economia neoclasica se ha ocupado de la produccion y el consumo de mercancias para maximizar la utilidad, la socioecologia politica del buen vivir se orienta hacia la generacion de bienes relacionales: el amor y la amistad, la participacion republicana y la relacion armoniosa del ser humano con la naturaleza.
La gran transición significa que hoy es posible superar la opresión y la pobreza, y el camino para hacerlo está iniciado pero no determinado, por lo que para el autor cada paso nos exige buscar nuevos sentidos comunes. Haciendo un balance amplio a la vez que incisivo de la década de Revolución Ciudadana, Ramírez expone aquí los motivos para dar continuidad a este proyecto político, contrapesando alternativas, reafirmando aciertos y enderezando desvíos.