Ha pasado un cuarto de siglo de los sucesos ocurridos aquel 23 de febrero de 1981. La opinión imperante los considera como un único intento de golpe de Estado por parte tan sólo de ciertas fuerzas calificadas de "involucionistas". Sin embargo -desde su privilegiada perspectiva de protagonista de aquellos acontecimientos-, el autor afirma que no fue asi.Nos cuenta que hubo otros protagonistas, como minimo igual de decisivos -o quizas mas-, que nada tenian que ver con tales fuerzas; unos protagonistas que, junto con los que subiero a la tribuna de las Cortes, configuraron de tal modo dos objetivos, dos tendencias -Armada por un lado, Tejero por el otro-: las dos caras del golpe.