Sarah Mian nació y creció en Canadá. Este es su debut en narrativa, ganador de los premios Jim Connors Dartmouth y Margaret and John Savage, y finalista del Stephen Leacock, uno de los premios más prestigiosos dedicados a la literatura humorística. También ha escrito relato breve, poesía y ensayos, y colaborado en programas de radio en la CBC. Sarah reside en Nueva Escocia, la misma Nueva Escocia a la que regresa la protagonista de esta brillante novela.
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Una novela llena de humor, ternura y una extraña esperanza. A medio camino entre los Tenenbaums, los Gallagher de Shameless y los Hoover de Pequeña Miss Sunshine: los Saints son una familia inolvidable. Ganadora de dos Atlantic Book Awards. Tabby Saint se crio en Solace River, un pueblo en mitad de la nada donde muy pronto aprendio a buscarse la vida. Desde entonces ha visto demasiadas cosas y se fia de muy pocas, por eso camina de frente mientras tararea viejas canciones y fi nge que no le tiene miedo a nada, con un cromo de Macho Man siempre guardado en el bolsillo a modo de amuleto. Despues de una decada lejos de casa, Tabby regresa al que una vez considero su hogar, pero todo ha cambiado: su madre se pasa las tardes jugando a la Game Boy, su padre alcoholico agoniza en el hospital y su hermana, adicta al crack, lleva semanas desaparecida. Y mejor no hablemos de sus hermanos. Su familia, odiada por todos, siempre fue un desastre mayusculo. Tal vez se acostumbrasen a perder, y por eso abandonaron toda lucha. Tal vez solo Tabby, quien heredo lo mejor y lo peor de esta estirpe, pueda salvarlos de si mismos.
Una novela llena de humor, ternura y una extraña esperanza. A medio camino entre los Tenenbaums, los Gallagher de Shameless y los Hoover de Pequeña Miss Sunshine: los Saints son una familia inolvidable. Ganadora de dos Atlantic Book Awards.Tabby Saint se crio en Solace River, un pueblo en mitad de la nada donde muy pronto aprendio a buscarse la vida. Desde entonces ha visto demasiadas cosas y se fia de muy pocas, por eso camina de frente mientras tararea viejas canciones y fi nge que no le tiene miedo a nada, con un cromo de Macho Man siempre guardado en el bolsillo a modo de amuleto. Despues de una decada lejos de casa, Tabby regresa al que una vez considero su hogar, pero todo ha cambiado: su madre se pasa las tardes jugando a la Game Boy, su padre alcoholico agoniza en el hospital y su hermana, adicta al crack, lleva semanas desaparecida. Y mejor no hablemos de sus hermanos. Su familia, odiada por todos, siempre fue un desastre mayusculo. Tal vez se acostumbrasen a perder, y por eso abandonaron toda lucha. Tal vez solo Tabby, quien heredo lo mejor y lo peor de esta estirpe, pueda salvarlos de si mismos.