Sergio Barce Gallardo

Tánger, ciudad Internacional. Finales de los años cuarenta y. principios de los cincuenta... Augusto Cobos Koller es un escritor atormentado que desahoga sus frustraciones con la droga, el alcohol y

Sergio Barce vuelve a trenzar una de sus historias entre las mil y una historias del Tánger Internacional. En ésta nos conduce por una ciudad carnal, febril y nocturna, donde no solo la buena gente halla refugio, sino que tambien lo encuentran algunos de los verdugos mas ominosos del siglo XX. Un Tanger muy noir y tan real como el cabo de Malabata , Javier Valenzuela (autor de las novelas Tangerina y Limones negros ).

Gracias a Sergio Barce se pueden construir puentes, exorcizar realidades, poetizar mundos, rescatar vivencias. Abdellatif Limami, catedrático de lengua española en la Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez y en la Universidad Mohamed V de Rabat. Solo los grandes son capaces de transformar la realidad con la palabra y entregarnosla de vuelta convertida en magia. Yo tengo la fortuna de conocer a uno: Sergio Barce. Mario Castillo del Pino, escritor.

Abel Egea, un hombre a punto de cumplir ya los setenta años, con una rutinaria vida de jubilado marcada por la pérdida de su mujer y la ausencia de su hija, que ha tratado siempre de no caer en absurdas nostalgias, ve como su vida cambia radicalmente una noche cuando, en una playa, descubre a una inmigrante marroqui y a su hijo pequeño que acaban de llegar en una patera.

La mirada narrativa de los libros de Sergio Barce sobrevive a todas las catástrofes. Pocos escritores en la literatura actual consiguen sostener un tono tan íntimo, hondo y personal. Por eso esperamos con ganas un libro suyo, porque deseamos volver a envolvernos en la ternura del mundo que nos descubre. El mirador de los perezosos proporciona paginas impagables. Con su lectura, me he asomado por ventanas que se mantenian cerradas. Y estoy convencido de que se mantendran abiertas para siempre. Mohamed El Morabet. Escritor