La lucidez que Levinas opone a la ingenuidad de los buenos sentimientos proviene de constatar cómo «la evidencia de la guerra se mantiene en una civilización esencialmente hipócrita». Los tres estudios reunidos aquí se proponen rehacer el camino que lleva de una visión metafísica de la guerra al ideal de una «paz mesiánica», posible a partir de otra visión de la historia.
Los tres autores que aparecen en el subtítulo de la obra imaginaron en la Alemania de los años 20 una nueva visión de la historia que ponía en escena la idea de utopía mesiánica. Una visión discontinua de la historia que se oponia a la optimista y tradicional de progreso. Paradojicamente de las ruinas de la razon historica puede surgir la esperanza. Moses se situa bajo el ideal del Angelus Novus de Paul Klee para orquestar una reflexion esencial sobre la utopia.
Para la tradición judía, el sentido del Antiguo Testamento es inagotable: la interpretación es libre de llenar los blancos y los márgenes con signos lingüísticos y de proponer, de generación en generación, nuevas lecturas. En oposición a toda visión dogmática, esta permanente invención constituye la esencia misma de la Revelación. Las múltiples interpretaciones de la Biblia buscan ante todo reencontrar el aliento original que anima el texto, los ecos aún audibles de la voz infinita que habla a través de él. Hay allí algo así como un Eros que vivifica el texto, reflejo lejano de la palabra divina. Empero, dado que esta palabra está destinada a los hombres, y dado que apunta a ordenar su vida en esta tierra, en el texto bíblico el aliento original del Eros divino se encarnó en el discurso de la Ley.