Nunca como en la actual situación de crisis y emergencia de la Argentina, los programas sociales han generado tantas demandas, cuestionamientos y expectativas. Este libro, que establece líneas de continuidad con la obra de esta misma colección Evaluar para la transformación, se propone profundizar en la planificación y la evaluación de programas sociales, dado que éstas otorgan previsibilidad al accionar, conservan la memoria de lo propuesto y de lo realizado, y posibilitan su comparación. En síntesis brindan mayor racionalidad y transparencia a las prácticas de gestión social. Aunque instrumentales, las instancias de planificación y evaluación están impregnadas de ideología y utopía y abren caminos para la transformación, en la medida en que entrañan concepciones sobre las personas, sus modos de actuar, el desempeño de las organizaciones y las situaciones de los grupos en desventaja.
Hoy se visualizan los traumáticos efectos que el modelo neoliberal dejó en términos de empobrecimiento y exclusión en toda América latina, lo que deriva en desintegración social y en dificultades para la construcción de ciudadanía. Ello no sólo ha puesto en primer plano el papel que le cabe al Estado en el diseño y gestión de las políticas públicas, sino que también ha permitido apreciar la importancia que la participación social tiene en la gestión de dichas políticas. En tal sentido, se ha observado que la gestión asociada –esto es, la asociación entre actores sociales diferentes como organizaciones comunitarias de base (clubes de barrio, asociaciones vecinales, etcétera), el Estado (en particular a nivel local) y organizaciones de la sociedad civil (OSC)– constituye una forma particularmente útil para lograr una expansión de la ciudadanía y el desarrollo humano.