CORRE EL AÑO 1291. DESPUÉS DE DOS SIGLOS DE cruzadas, los cristianos han sido al fin derrotados y los musulmanes han reconquistado la Tierra Santa: Las ciudades costeras han sido saqueadas y la flor y nata de las grandes órdenes de caballería ha sido destruida. Cuando Beltrán parte hacia el exilio desde el castillo templario de Sidón, deja atrás no sólo su país natal sino también la vida ordenada de soldado-monje que ha llevado durante treinta años. La derrota pone a las fueras cristianas al borde del caos. Felipe II de Francia pretende apoderarse del tesoro de los templarios, confiado a Beltrán y acusa a la orden de herejía. Beltrán será testigo de cómo sus amigos van cayendo uno a uno y el gran maestre de los templarios es quemado en la hoguera. Beltrán, superviviente solitario de la aniquilación final de los templarios se enfrenta a un mundo que para él es extraño y sin sentido. Aferrándose a las virtudes de la orden en que se ha educado, lucha tenazmente contra la enemistad de fuerzas invisibles y aparentemente fortuitas.
A finales del siglo XIII, tras casi doscientos años de cruzadas, los cristianos han sido derrotados y expulsados de Tierra Santa. El soldado-monje Beltrán debe abandonar entonces el castill
César un gran noble del sur de Francia enloquecido tras asesinar a su propio hijo durante una batalla, vive con su esposa Bonne y su hija Flore refugiado en un castillo en ruinas, en un país devastado por las guerras entre Roger Trencavel y su señor feudal. A partir de estos personajes, Watson transporta al lector a una epoca en la que la imperaba el codigo del amor cortes y desarrolla una profunda reflexion sobre la melancolia, el amor y la locura, temas que no son exclusivos de la epoca historica en la que se desarrolla la accion, sino que son universales.