Si se compara una obra de teatro con una sinfonía, se puede decir que el actor es, a la vez, el instrumentista y el instrumento; instrumentista, porque traduce, con su inteligencia, su sensibilidad y su sentido artistico un texto escrito, asi como el musico traduce su partitura; instrumento, porque solo puede exteriorizarse con la voz, la mimica, los movimientos del cuerpo.La actuacion sutil y emotiva de un personaje exige de los actores y actrices una fluidez expresiva que debe ser desarrollada.
Academia de las Artes Escénicas de España 9788418679179
Obra colectiva publicada por la Academia de las Artes Escénicas de España. Recoge la historia y evolución del teatro independiente en España desde los años 60.