Salomón Ibn Gabirol (1022-1069), filósofo y uno de los más insignes autores de poesía sagrada nacido en Málaga y formado en la taifa de Zaragoza, consiguió armonizar en su excepcional obra el pensamiento neoplatonico y los postulados aristotelicos en el concepto de hilemorfismo universal, que recoge La Fuente de la Vida, escrita en arabe y traducido al hebreo y, en el siglo XII, al latin y al castellano.En el esquema filosofico de Ibn Gabirol, el ser humano ocupa una posicion intermedia desde la que puede elevarse hasta la Voluntad por medio de su esfuerzo intelectual y de un proceso de perfeccion adecuado. Para ello, el filosofo judio malagueño escribio, tambien en arabe, su Correccion de los caracteres, que es la propedeutica necesaria para ese perfeccionamiento ascendente.Casi olvidado por sus contemporaneos, el pensamiento de Ibn Gabirol tendria una gran acogida por parte de los escolasticos agustinianos a pesar del rechazo de los filosofos tomistas, y su legado intelectual acabaria propagandose por toda la Europa medieval, donde seria conocido como Avicebron o Avincebrol.
Santo Tomás de Aquino fue un gran teólogo principalmente porque también fue un gran filósofo, y lo fue gracias a su destacada metafísica. Aunque muchos afirman que su visión de la metafísica puede parecer una pieza de museo, sigue siendo relevante con solo sacudirle un poco el polvo. Hoy en dia, muchos lo estudian por sus posibles respuestas a problemas actuales, pero tal vez sea aun mas interesante por las preguntas que plantea sobre las respuestas actuales, el mundo fisico, la vida, el conocimiento humano y, por supuesto, sobre Dios. Este libro busca introducir a quienes no son expertos al pensamiento de Tomas de Aquino, destacando aspectos de su obra que rara vez se mencionan hoy en dia y ofreciendo una interpretacion diferente de su enseñanza sobre la naturaleza, los fundamentos, el alma, la ciencia, el espiritu y la moral.
Este volumen recoge las lecciones dictadas por el autor en las Gifford Lectures de 1931, en la Universidad de Aberdeen. A menudo se piensa que la Edad Media posee una literatura y un arte bien reconocibles, pero carece de filosofia propia. Pero de igual modo que el arte o la literatura medieval tiene fundamentos anteriores, igual sucede con la filosofia. En este caso, el autor la presenta como la filosofia cristiana por excelencia, penetrada por la tradicion griega y capaz de producir una vision del mundo especificamente cristiana. El espiritu de la Filosofia Medieval es una de las obras imprescindibles para entender los presupuestos filosoficos que dieron origen a la vision cristiana del mundo y de la vida.