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1 opiniones de usuarios
Óscar
04/11/2025
Tapa dura
“Al final siempre ganan los monstruos” me parece una de esas novelas que no buscan gustar, sino remover. Juarma escribe con una honestidad feroz, sin maquillaje ni pretensión literaria, y eso es precisamente lo que le da fuerza. No intenta construir belleza donde no la hay: muestra una generación desorientada, atrapada entre el hastío, la falta de horizontes y la necesidad de evadirse como sea. Y lo hace con una ternura casi invisible, pero constante, que convierte la crudeza en algo humano, no en simple miseria. Lo que más me impacta es su lenguaje, tan directo y tan reconocible. No suena a literatura “trabajada” ni a autor queriendo impresionar; suena a gente real hablando desde un lugar donde los sueños se rompen y nadie te espera. Hay una naturalidad casi dolorosa en cómo los personajes se van desmoronando sin darse cuenta. Esa sinceridad lo emparenta más con un grito que con una novela convencional. También me gusta su estructura coral, porque da la sensación de que todos los personajes están contando fragmentos del mismo derrumbe. No hay un héroe ni una trama clara: hay trozos de vida que se superponen, como si cada uno aportara su versión del mismo naufragio colectivo. Eso exige algo de esfuerzo, pero hace que el libro te envuelva poco a poco, hasta que estás dentro sin darte cuenta. Ahora bien, no es un libro para cualquiera. Tiene una oscuridad densa, sin mucho alivio, y por momentos uno siente que no hay salida posible para nadie. Pero en esa desesperanza hay algo profundamente honesto: no se trata de que los monstruos ganen porque sean más fuertes, sino porque todos llevamos uno dentro y es casi imposible mantenerlo a raya. En resumen, creo que Juarma logra algo difícil: escribir sobre la derrota sin convertirla en un espectáculo. Es un libro duro, sí, pero también lleno de verdad. Y eso, en tiempos de literatura complaciente, me parece una victoria.