Todos los seres vivos tienen una esencia, una individualidad, que deben guardar para mostrarla solo cuando sea preciso, sin derroches.Las plantas aromáticas expresan su identidad en los aceites esenciales. Nosotros debemos usarlos en correspondencia biunívoca, de entidad a entidad. Por eso, antes de utilizarlos, debemos conocerlos uno a uno, saber de su personalidad y de su valor, para después establecer el diálogo entre la persona y el aceite esencial y lograr la relación adecuada.En este texto se trata sobre Aromaterapia, esa ciencia, que lo es, y ese arte, que también lo es, porque solo el arte trata a cada hombre y a cada mujer como seres únicos.