Ruidos inexplicables que se cuelan a través de las paredes, dos hermanos enemistados por culpa de unos animalillos casi microscópicos, un deprimido crónico que responde a los mensajes basura que encuentra en su email, un prisionero atrapado enana descomunal torre de apartamentos, un muchacho que sufre extravagantes mutaciones, dos ancianos que viven rodeados de presencias fantasmales, un hombre enamorado de una joven prostituta del Este… Podemos encontrar ecos de Borges, de Cortázar, incluso de Poe y de Stephen King. El autor utiliza un lenguaje exquisito, una inigualable maestría para evocar atmósferas y personajes, y el valor de abordar los temas fundamentales (el amor, la muerte, la soledad) desde perspectivas novedosas y desbordantes de imaginación. Páginas inolvidables para todo aquel que se atreva a recorrerlas.