Aunque la tradición filosófica que se ha impuesto en Occidente pasa por el enfoue que definieron Sócrates, Platón y Aristóteles, sus enseñanzas tuvieron, antes de convertirse en canónicas, que imponerse a otras maneras de pensar y de vivir: la sofística, la retórica o la poesía. Entre todas ellas destaca por su inconformismo y osadía la filosofía cínica, la secta del perro, que invitaba a sus discípulos a abandonar todos los bienes, dinero y tierras, y lanzarse a vivir por los caminos, con un sayo y un bastón, alimentándose de lo que ofreciera la naturaleza y durmiendo en el suelo.