Concrete es grande como un canto rodado y fuerte como un buey, mide más de dos metros y es toda una celebridad. El gran público piensa que es un cyborg creado por el gobierno, pero en realidad se trata de un cuerpo de roca de origen alienígena en el que se encuentra atrapada la mente de Ronald Lithgow. Posede facultades que le permiten escalar las montañas más altas sin ayuda alguna o arrancar el techo de un coche como si fuera la anilla de una lata de refresco, aunque los simples placeres de la frágil carne le están vedados.