Diario del ladrón no es tan sólo un diario, pero tampoco se puede considerar únicamente una novela. A caballo sobre la confesión y la crónica, sobre la invención y el deseo, esta obra clave de la producción de Jean Genet arrastra al lector hacia un mundo de vileza y decadencia, admirablemente trascendido gracias a un consciente poderío verbal e imaginativo que el autor maneja con plena conciencia. El protagonista pretende salvarse del mal por el propio mal. Ética y estética del vicio bien podría valer como subtítulo de Diario del ladrón, expresando así la posición que Genet toma ante la vida, necesariamente enfrentado con una sociedad a la que ni quiere ni puede pertenecer. «Caído en la abyección, Genet decide asumirla y convertirla en virtud suprema. Su fallida carrera en el robo le condujo no obstante a su condición de gran escritor: a convertirse en esa bomba literaria descubierta por Cocteau y cuya potencia subversiva no tardaría en conmocionar a Sartre». Juan Goytisolo, Genet en el Raval
Ficha técnica
Traductor: Maria Teresa Gallego Urrutia
Editorial: Rba Libros
ISBN: 9788498678680
Idioma: Castellano
Número de páginas: 272
Tiempo de lectura:
6h 27m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 11/11/2010
Año de edición: 2010
Plaza de edición: Es
Colección:
Otros Ficción
Otros Ficción
Alto: 21.3 cm
Ancho: 14.0 cm
Peso: 355.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Jean. Genet
Jean Genet (1910-1986) fue novelista, dramaturgo y poeta. De padre desconocido y abandonado por su madre a los pocos meses de nacer, pronto fue entregado a una familia de acogida. Desde pequeño tuvo conciencia de no pertenecer al mundo que se le ofrecía y comenzó muy pronto a enfrentarse a él: cometió su primer hurto con diez años y, tras varios robos y fugas, fue encerrado en la colonia penitenciaria de Mettray -donde cristalizaron sus tendencias homosexuales-. Fue desertor del ejército, vagabundo y ejerció la prostitución. Comenzó a escribir en la cárcel y en sus obras desarrolla una hagiografía de su propia vida y la de sus compañeros de aventuras. Fue admirado por Sartre, que le dedicó un voluminoso estudio, y frecuentado por Giacometti, Foucault, Derrida y Brassaï. Entre sus principales obras publicadas en castellano se encuentran: Santa María de las Flores, Pompas fúnebres (Alba), Querella de Brest (Odisea) y Las criadas (Alianza).