El ciceroniano, publicado en 1528, fue un libro muy importante en las polémicas literarias, retóricas y estéticas de la Europa del siglo XVI, pues en él nos ofrece erasmo sus opiniones en torno a la famosa controversia lingüística, retórica y hasta religiosa que los humanistas, prácticamente desde Petrarca, sostenían en torno a la lengua y el estilo de Cicerón. Seriedad e ironía se dan la mano en esta obra, presentada como un diálogo entre tres interlocutores: Buléforo, portavoz del propio Erasmo y partidario de la «imitación compuesta», Nosópono, ciceroniano que pretende enfermizamente imitar en todo sólo y exclusivamente a cicerón, e hipólogo, interlocutor secundario que apoya las tesis de Erasmo. El cometido de Buléforo –y de Hipólogo– es curar a Nosópono de la malsana idolatría que siente por cicerón y hacerle comprender los beneficios de una «imitación compuesta» (la de cicerón y otros eximios escritores). Como era de esperar, el libro, de claro carácter retórico, fue muy polémico y acentuó, si cabe, el enfrentamiento entre una y otra facción, generando en torno a él una fecunda literatura.
Ficha técnica
Traductor: Manuel Mañas Núñez
Editorial: Ediciones Akal
ISBN: 9788446024613
Idioma: Castellano
Número de páginas: 192
Tiempo de lectura:
4h 31m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 16/03/2009
Año de edición: 2009
Plaza de edición: Es
Colección:
Clásicos latinos medievales y renacentistas
Clásicos latinos medievales y renacentistas
Número: 25
Alto: 24.0 cm
Ancho: 17.0 cm
Grueso: 17.0 cm
Peso: 350.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Erasmo de Rotterdam
Erasmo de Rotterdam (1469-1536) es el máximo exponente del Renacimiento europeo. Reconocido como pedagogo, orador y maestro de los humanistas cristianos, sus ideas son tenidas en cuenta en toda Europa. Ante la grave situación en que se encuentran la institución eclesiástica y el clero, siente la necesidad de reformar la Iglesia y apuesta por el regreso al cristianismo primitivo y a la lectura de las Sagradas Escrituras. Su ideario humanista propone la recuperación de los valores permanentes de la cultura grecolatina, la denuencia de la guerra y un apasionado compromiso con los principios del pacifismo. El amor es el eje de la doctrina erasmiana. Su mensaje propone un cristianismo esencial para exhortar a los cristianos no a creer menos, sino a creer mejor, a ser conscientes de lo que exige su fe, y en particular la caridad. Destacan las siguientes obras: Enchiridion Militis Christiani (1503), Encomion Morias-Encomion Stultitiae (1511), Querella Pacis (1516), Institutio Principis Christiani (1516), Consultatio de bello Turcis inferendo (1530), Institutio Christiani Matrimonii (1526) y La viuda cristiana (1529).