El poema de Edgar Allan Poe (probablemente el más famoso de la lliteratura norte-americana) traducido por Juan Antonio Perez de Bonalde y ilustrado por Gustave Doré. Es el libro que en 2009 faltó en las conmemoraciones del bicentenario del nacimiento de Poe. Incluye el texto original, su traducción para español y para portugués (por Fernando Pessoa) y, perfectamente reproducidos, los impresionantes grabados del más grande ilustrador de todos los tiempos y, además, pionero de los comics en el siglo XIX.
Ficha técnica
Editorial: Libros de Papel
ISBN: 9789898355003
Idioma: Castellano
Número de páginas: 64
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 17/02/2010
Año de edición: 2010
Plaza de edición: Braga
Especificaciones del producto
Escrito por Edgar Allan Poe y Gustave Doré
Boston, (1809-1849). Edgar Allan Poe, poeta, cuentista y crítico estadounidense, consideró la poesía como máxima expresión de la literatura, y a ella dedicó todos sus esfuerzos. Pero la genialidad y la originalidad de Edgar Allan Poe encuentran quizás su mejor expresión en los cuentos, que suelen desarrollarse la mayoría en un ambiente gótico y siniestro, plagado de intervenciones sobrenaturales, representando en buena medida el preludio de la literatura moderna de terror.
(Estrasburgo, 1832 - París, 1883) pintor, escultor e ilustrador francés, está considerado internacionalmente como uno de los grandes y famosos ilustradores del siglo xix. Con una enorme capacidad de trabajo, parece que en una ocasión llegó a afirmar: «¡Lo ilustraré todo!». Con quince años Doré consiguió un contrato con el litógrafo y periodista francés Charles Philipon, editor de dos revistas satíricas, para publicar un litografía a la semana. Ilustró grandes clásicos como La Divina Comedia de Dante, Don Quijote de la Mancha de Cervantes, Las fábulas de La Fontaine, Gargantúa y Pantagruel de Rabelais, Cuentos droláticos de Balzac, El cuervo de Allan Poe, obras de Byron… Los grabados de Doré, gracias a su fantasía pero también a su vertiente de cronista social o las escenas de viajes, han pasado a las generaciones posteriores como la gran referencia de la imagen clásica.