He sido una esclava de mi silencio sin ninguna razón, durante muchos años he estado en una celda, cumpliendo una condena injusta, sin poder expresar ninguna palabra. Y por fin, la voz de mi alma se liberó, dejando atrás la timidez y el temor a que juzguen como pienso, como percibo todo.Cuando se abrió las rejas de mi celda, lo necesitaba, lo busqué, y cuando lo tuve enfrente mía… Me senté en este diván, me encontré tan cómoda, que empecé a describir cómo soy y cómo es mi vida, lo escribí de la manera que me dictó mi corazón, todos esos vorágines de sentimientos, cuando me di cuenta, estaba rodeada de hojas llenas de palabras, que se transformaron en poemas/canciones. Esos poemas salieron de mis ansias de expresar y esas canciones con sus melodías, saliendo dentro de mi alma, deseando que me escuchen y que comprendan como veo todo lo que me rodea.Vida, fuerza, amor, desamor, injusticia, familia, amistad, ilusión, desilusión, ser yo siempre, todas esas palabras las he sentido y las he plasmado.Todo comenzó con una voz potente, dictando mi libertad para que me escuchen, y así empezó todo, sentada en mi diván de mi vida, por mucho por decir y estas hojas se hicieron poemas/canciones.