Enclavada en el remoto y brumoso valle de Thorlund, en Inglaterra, se encuentra el Strath, una hacienda rural abandonada y evitada por los lugareños. Su leyenda negra se remonta a 1742, cuando su propietario "el infame salteador de caminos sir John Hooper" fue ajusticiado en la horca. Desde entonces, la mansión ha permane-cido deshabitada, dominada por la presencia de un extraño motivo decorativo "un par de inquietantes máscaras dionisíacas" que se repite hasta la nausea. Pero el Strath, como todo aquel que se atreve a trasponer sus límites puede com-probar, no alberga simples fantasmas, sino esencias desencarnadas capaces de arrastrar a sus víctimas a un abismo de extravagancias y crimen.