187 ideas de Miguel Noguera. El esperadísimo regreso de nuestro mayor genio humorístico vivo.
Un inconfundible recopilatorio de greguerías visuales: relámpagos de lucidez que revientan la realidad.
«Noguera nos invita a revolucionar el día a día.»
Mercedes Cebrián
«Noguera es al humor lo que el contorsionismo es al circo: un intento de forzar los límites de la estructura humana con figuras que son al mismo tiempo estéticas y monstruosamente temerarias.»
Sergi Pàmies
«Es el Ferran Adrià de la risa.»
Jordi Costa
Ficha técnica
Editorial: Blackie Books
ISBN: 9788410323384
Idioma: Castellano
Número de páginas: 160
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 12/03/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: España
Alto: 15.5 cm
Ancho: 13.5 cm
Grueso: 1.3 cm
Peso: 268.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Miguel Noguera
«Soy Miguel Noguera, nací en 1979 en Las Palmas de Gran Canaria. Mis padres se separaron cuando tenía 3 años y me mudé con mi madre a Mallorca. A los 18 empecé Bellas Artes en la UB de Barcelona. Allí principalmente dibujaba, pero los últimos cursos empecé a anotar ocurrencias y datos marginalmente. Recuerdo que lo más cercano al Ultrashow que hice en la facultad fue reproducir un chiste que había grabado previamente en una grabadora. Los profesores se lo tomaron mal… no eran muy fans del humor. En el chiste decía «¡madre con sus hijos!», y se oían unos ruiditos como de animal muy pequeño y entrañable que hacía yo succionando con la boca, luego decía «¡madre viendo cómo asesinan a sus hijos!» y se oía el mismo tipo de ruido pero con gran frenesí, succionando a fuertes ráfagas, como cuando terminas el Fairy, ese ruido desesperado. En fin, son anécdotas seminales, pequeños gérmenes. También estudié clown durante un par de años. Me gustaba lo escénico, me encontraba bien siendo el centro, ahí tocaba el estado fetal.
Cuando terminé la facultad busqué trabajo de camarero y compartí taller con amigos de la facultad (entre ellos Jonathan Millán, coautor de Hervir un Oso). Allí no lo tenía nada claro, estuve unos años especulando en vacío, apuntando cosas pero todo dentro de una existencia muy gris. Incluso deliré con hacer una serie de animación que se llamase Ultraviolencia, pero aquello no cuajó en absoluto, era papel mojado, pura neura sin base. Hasta que un amigo que me encontraba muy depresivo me propuso leer algunos textos en un bar de Gràcia. Uno de poetas. Lo hice y la cosa no fue del todo mal. A partir de eso surgieron algunos eventos más.
Los primeros Ultrashows eran todos sin red… o más bien con una red infinita por cuyos agujeros cabía una persona. Salía a escena con todo el material, no hacía selección, llevaba muchos papeles o una Palm con cientos de ideas. Escogía una al azar y la explicaba. A veces iba bien, a veces no se entendía en absoluto. Se vivieron momentos de gran embarazo, pero en cierto modo formaban parte de la propuesta. Con el tiempo aprendí a seleccionar las ideas y la cosa mejoró. Sólo explicaba las ideas más efectivas o aquellas que realmente me apetecía contar. Así la cosa ganó ritmo, ya no decaía tanto, se aproximaba algo más al Stand Up Comedy. Últimamente he ganado seguidores, supongo que a través del boca a boca, los Venga Monjas, las reseñas de Nacho Vigalondo y muchos otros… Internet ha sido muy importante en todo esto. Por otro lado el asunto artie ha estado más o menos presente en todo momento, Chus Martínez me metió en el Creamier de Phaidon y organizó un Ultrashow en la Capella del Macba, el Ultrashow tiene una lectura relativamente compatible con el ámbito del arte contemporáneo, eso hace que me salgan algunas cosas por ahí. He sacado un libro con Jonathan Millán (Hervir un Oso, Belleza Infinita 2010), y publiqué mi primer libro en solitario con la editorial Blackie Books, Ultraviolencia (2011).»