Primera plana' es el making of de una vida rodada en plano secuencia.
Billy Wilder vienés, exiliado, periodista a pie de calle y, finalmente, uno de los grandes narradores del siglo XX repasa aquí, con su ironía de bisturí y su corazón de productor, la travesía que lo llevó de los cafés de Europa a la mesa de montaje de Hollywood. Entre líneas afiladas y recuerdos que chispean, aparecen rodajes, contratos, noches de insomnio y la materia prima de la que se hacen las películas: dudas, risas, testarudez... y una fe radical en que cada escena puede quedar mejor. En estas páginas se mezclan el guion íntimo y el libreto público de una existencia siempre al borde de la ficción..
Con la complicidad inteligente de Hellmuth Karasek, Billy Wilder habla del sistema de estudios por dentro sus rutinas, sus caprichos y sus milagros y de los cómplices que le dieron forma a un estilo inconfundible: Charles Brackett, I.A.L. Diamond, Jack Lemmon, Marilyn Monroe, Tony Curtis, Gloria Swanson, Marlene Dietrich, Walter Matthau...
En estas páginas, Perdición, El crepúsculo de los dioses, Sabrina, Testigo de cargo, Con faldas y a lo loco y El apartamento no son solo títulos: son batallas ganadas con diálogo, timing y una puntería moral que no perdona la cursilería.
Billy Wilder escribe como filma: sin grasa, con ritmo, buscando el ángulo exacto donde humor y verdad hacen chispa. Sus confesiones no son estampitas doradas: hay fracasos, terquedades y autocrítica. Pero también el mapa de un oficio que se aprende trabajando y se perfecciona escuchando. Al cerrar el libro, uno entiende por qué sus frases sobreviven y sus imágenes respiran: porque nacieron del periodista que miraba el mundo antes que al espejo.
Si amas el cine que piensa mientras entretiene, estas memorias son tu sala de montaje. Y, sí: al final alguien dice la frase. Porque, en la vida y en el cine de Wilder, la verdad sigue siendo irresistible aunque venga con un remate travieso: nadie es perfecto.