Rusia en 1931 es un relato entusiasta y pro-soviético, pero al mismo tiempo libre e independiente, ya que el poeta peruano no viajó a Rusia invitado por el Kremlin ni fue compensado económicamente por la simpatía de su reportaje. Todo lo contrario: César Vallejo regresó a la pobreza y la zozobra parisinas, donde murió en el desamparo más absoluto. La presente edición viene a ser la segunda española y tercera en nuestra lengua, enriquecida por lo tanto con los aportes y enmiendas de la edición peruana de 1965.
Ficha técnica
Prologuista: Fernando Iwasaki Cauti
Editorial: Editorial Renacimiento
ISBN: 9788484727767
Idioma: Castellano
Número de páginas: 248
Tiempo de lectura:
5h 52m
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Fecha de lanzamiento: 29/04/2013
Año de edición: 2013
Plaza de edición: Sevilla
Colección:
Los Viajeros
Los Viajeros
Número: 16
Alto: 21.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por César Vallejo
César Abraham Vallejo (Santiago de Cucho, Perú, 1892- París, 1938), considerado como uno de los mejores poetas de Perú, escribió también obras narrativas, las cuales presentamos en este libro. En 1913 ingresó en la Universidad de La Libertad (Trujillo), donde se graduó como bachiller con una tesis sobre el Romanticismo en la poesía castellana. Por aquellos años se asoció al denominado grupo “Norte”, entre cuyos integrantes estaban Antenor Orrego, Macedonio de la Torre y Alcides Spelucín, entre otros. En 1918 viajó a Lima para estudiar un doctorado en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y ese mismo año publicó su primer libro, titulado Los Heraldos Negros. En 1920 fue encarcelado durante tres meses por un desafortunado incidente, un periodo en que escribió Escalas melografiadas, cuya característica principal, según los críticos, es su “prosa desgarradora”. El autor, considerado el máximo representante del Vanguardismo en su país, viajó después a Europa, en 1923, y visitó París, Madrid, Moscú, Budapest, Bruselas y Berlín. Finalmente se asentó en el continente, donde vivió quince años, y se casó con la francesa Georgette Philipard. Lejos de su país escribió Rusia, Reflexiones al pie del Kremlin (1931), Tungsteno y una obra de teatro llamada Lock-out. Vallejo careció de recursos económicos en Europa; al principio vivió de los artículos periodísticos y ensayos que enviaba a distintas revistas. Al respecto, Luis Alberto Sánchez escribió: “Europa fue terrible para Vallejo. Un hombre como él, todo sensibilidad, sencillez y contemplativo ocio, sin inquietudes políticas, generoso y discurridor, no tenía qué hacer”.