Las letras hebraicas son los 22 caminos del Árbol de la Vida que relacionan las Sefirot entre ellas y son portadoras
de energías divinas. Están ubicadas en el Árbol, en lugares precisos para transportar la energía de una
Sefirá a la siguiente. Representan el origen del alfabeto latino, por lo tanto, cada letra de nuestra identidad es
sagrada. Cada letra representa un soporte poderoso para llevar a cabo una meditación o para responder a las
preguntas que nos hacemos en la vida cotidiana.