A un pueblo del Atlas marroquí perdido en mitad de la nada llegan un buen día dos policías de la ciudad para llevar a cabo una muy poco convencional investigación. La vida rural en el Marruecos profundo, la simplicidad de sus habitantes y un calor sofocante de mil demonios hacen que la investigación se estanque, dando lugar a situaciones hilarantes debido al choque inevitable de ambos mundos. Lo que en principio podría parecer una novela policíaca es en realidad una inteligente reflexión del autor sobre el Marruecos posterior a la colonización y una denuncia de la huella indeleble de Occidente en este país. La memoria colectiva, las estructuras de poder y la deteriorada relación del hombre con la naturaleza son algunos de los temas sobre los que ahonda Chraïbi, siempre desde la sátira y el humor, mezclados en ocasiones con un profundo lirismo. En definitiva, los peligros del «progreso» occidental descontrolado, que destruye a su paso los valores tradicionales largamente edificados. Se publicó por primera vez en Francia en 1981 y su éxito fue tal que dio lugar a nuevas narraciones con el inspector Ali como protagonista. Una pequeña joya literaria traducida ahora al castellano.