Chicago, (1928-1981). Philip K. Dick comenzó su producción literaria escribiendo pequeñas historias en revistas de ciencia ficción, en las que ya dejó entrever sus obsesiones personales y esbozó la profunda dimensión humana y filosófica que caracterizaría posteriormente al resto de su obra. Sus novelas mostraron siempre una alternancia entre una corriente trascentental y otra puramente humana y terrenal, donde instrumentos del bien y el mal operan bajo la influencia de una deidad superior. Con una prosa escasamente pulida y una fértil imaginación, Philip K. Dick ha escrito algunas de las páginas más importantes y aplaudidas del género de ciencia ficción.