Frank Frazetta es, según muchos, el mejor artista de fantasía heroica
de todos los tiempos. Sus impactantes cubiertas han hecho
volar la imaginación de millones de aficionados a la literatura
fantástica con sus representaciones llenas de fuerza protagonizadas
por Conan, Tarzán o John Carter. Pero antes de llegar
a la fama con estos trabajos, Frazetta trabajó dibujando cómics
durante la década de los años 50. Una faceta menos conocida
y unas páginas que han permanecido inaccesibles durante casi
medio siglo.