Moverse con agilidad es una necesidad para muchos animales. Sólo los grandes depredadores que no tienen enemigos naturales que les persigan, podrían prescindir de la velocidad. Sin embargo, con frecuencia deben correr tras sus presas y nadar o volar con gran rapidez para cazarlas. El guepardo es el campeón de los corredores alcanzando los 110km/h, aunque solo puede mantener esta velocidad unos segundos. Algunas aves rompen las marcas de velocidad, éste es el caso del halcón peregrino que alcanza los 300km/h cuando está cayendo en picado. También en el mar encontramos todo tipo de depredadores.
Muchos animales pasan toda su vida al aire libre. Algunas especies se resguardan al abrigo de recovecos o huecos improvisados de la naturaleza. Otros, en cambio, construyen verdaderas casas de habitación. El trabajo de construcción puede ser largo y agotador, pero su arquitecto obtiene, finalmente, una casa segura para la crianza de la prole, la conservación de los alimentos y un cobijo cálido para el periodo de letargo. Así pues, este libro nos habla, por ejemplo, de las madrigueras de los castores, de los hormigueros que son verdaderos edificios multifamiliares con numerosas bóvedas de diferentes dimensiones, de las construcciones de los panales y de las barreras coralinas. Todo éstas y muchas más explicaciones están incluidas en este interesante libro.