Nadie como Adeflor para mostrar las luces y las sombras del hacer de los representantes municipales, que tan bien conocía por su trabajo de periodista. Entre burlas y veras, ridiculiza unas veces sus atrevimientos o sus carencias, otras pretende orientarles con sinceridad, pero en ningun caso discute la necesidad del concejal, un 'politico de cercanias', como el lo entendia.Obra que emana buen humor de cada una de sus paginas.
El día 6 de agosto de 1921, El Comercio anunciaba en portada el viaje de su director al escenario de la guerra de África. Justo cuatro meses más tarde —el día 6 de diciembre—, Adeflor hacía las malet