LA CATARATA (ASOCIACION LOS LIBROS DE LA CATARATA) 9788490974339
La pornografía se ha apoderado de nuestra sexualidad y ha colonizado el imaginario erótico. Contamina lo que toca en cualquier cultura y atraviesa iconografías. Hoy se vende como expresión de rebeldía contra la moral conservadora. Se promociona en nombre de las libertades y, sin embargo, no lleva a ninguna revolucion libertaria o colectiva. Nuestras vidas se pornifican porque nuestra productividad no se ve afectada. El ciudadano ha incorporado como derecho la explotacion sin moderacion de su erotismo, sus fantasias y hasta de la intimidad ajena.La educacion sexual de los adolescentes tambien pasa por el porno, gratuito, variado y disponible veinticuatro horas al dia a traves de la red gracias a unos algoritmos que definen su sexualidad y les ofrecen mas (de lo mismo). Entretanto, la cifra de negocio de la industria del entretenimiento y el placer aumenta sin cesar. ¿Que esconde el agujero negro del porno? ¿Que egos dilata? ¿Sera verdad que queremos mostrar el nuestro para no quedar fuera de la escena? ¿Grabarse practicando sexo explicito es una forma voluntaria de obtener impacto o es un imperativo en la sociedad de consumo de experiencias? ¿Vamos a resignarnos a los estragos de la pornografia o queremos encontrar otras maneras de relacionarnos y expresar nuestra sexualidad?
Mi abuela se avergüenza e insiste en que eso no se cuenta, aunque sé que ha sido ella la que le ha mandado una carta al arzobispo y que él le ha contestado que no puede hacer nada. Escucho por prim
Sin embargo, lo que parece cínico es seguir aparentando que la conducta de los políticos es sincera. Esto es lo que dice Runciman en La Hipocresía Política, una obra sobre el problema intemporal de la posibilidad de la verdad en la vida política.