Estamos en tiempos muy difíciles, muy complejos, social, económica y políticamente. No son tiempos ni de grandilocuencias, ni de despilfarros, ni de euforias. Hay muchos que lo están pasando mal, miles de personas, tantos jovenes, tantas mujeres, tantos mayores, tantos sin empleo ni cualificacion, tantos sin hogar, que lo han perdido o sin perspectivas. Y esperan que seamos capaces de ofrecer horizontes y salidas. Y tenemos que afrontarlos y, conjuntamente, proponer soluciones y llevarlas a cabo. Pero no de cualquier manera, ni a cualquier precio, ni con victimas. Soluciones, no de unos pocos, ni para unos cuantos. No es cosa solo de una edad, ni es asunto de otro tiempo. Es tarea de toda la sociedad. No soluciones sin justicia, no soluciones sin derechos. Soluciones para cada quien, para cada cual, y no soluciones que provoquen indefension, menos oportunidad y vulnerabilidad. Nuestro enemigo es la pobreza, la indefension y la injusticia. Y no hay mas camino que la dignificacion de la vida publica y de la vida politica. Y nuestro primer deber ciudadano es que nadie, nunca, jamas, por razones sociales o economicas quede postergado, marginado, arrinconado, desplazado de la sociedad. Por ello no basta cualquier recuperacion. Si no es una recuperacion sostenida y eficiente, no es una solucion, si no es justa, no e...
Ver más