"Sanad las almas y sanaréis definitivamente los cuerpos. Sanad los cuerpos y las almas de encargarán de buscar nuevas enfermedades. Y es que los cuerpos físicos parecen ser creación de las almas y actúan y se mueven de manera análoga a como lo hace una sombra respecto a su cuerpo original".
Bajo una joven encina Toni Bennássar vivió la más apasionante de las aventuras: el despertar de una consciencia y el diálogo con algo más que un simple árbol. Toni formuló las preguntas que le abrumaban y pacientemente la encina fue respondiendo a sus inquietudes sobre la vida: cual es el significado del amor, la amistad, la magia, el silencio, la pareja, la oracion o la belleza. Este dialogo intimo y silencioso le hizo descubrir o redescubrir su filiacion divina a traves de la comunicacion con la Madre Naturaleza, una filiacion a la que pertenecemos todos los seres humanos. Cualquiera que se detenga a descubrir la belleza y la sabiduria que mora en todas las cosas creadas escuchara, como Toni, su propia voz interior. Una voz silenciosamente elocuente que aguarda con paciencia a que le prestemos un poco de atencion para hablarnos de lo que siempre quisimos saber.