Hay un momento en que los ojos se abren de pronto al arte, igual que los oídos a la música o a un idioma que hasta entonces se ha estudiado con la sensación de no avanzar, o de hacerlo muy despacio. Pierre Francastel, Giulio Carlo Argan, Erwin Panofsky y E. Gombrich me enseñaron a mirar con los ojos bien abiertos las obras de arte y a buscar sus vinculos con el mundo real, intentando ver en ellas lo que vieron sus contemporaneos y comprender el lugar que ocupaban en sus vidas y en sus sistemas de creencias. Creo que fue de Baudelaire y de Marcel Proust de quienes empece aprendiendo a escribir sobre arte, intentando usar las palabras como una lente de aumento para mirar mejor lo que se tiene delante de los ojos, en los cuadros y tambien en la realidad. Mucho mas tarde, ya adulto, descubri a Robert Hughes y quise tomar ejemplo de su apasionada claridad. Los ensayos de este libro se han ido escribiendo de manera intermitente a lo largo de casi veinte años. Al verlos juntos ahora, observo que el azar de los encargos y del puro paso del tiempo les ha ido dando una cierta unidad involuntaria, casi un hilo narrativo, que tiene mucho que ver con la deriva de mis intereses personales y mis aficiones, quizas con la etica y la estetica que estan implicitas en el trabajo de cada escritor. Antonio Muñoz MolinaHay un momento en que los ojos se abren de pronto al arte, igual que los oídos a la música o a un idioma que hasta entonces se ha estudiado con la sensación de no avanzar, o de hacerlo muy despacio. Pierre Francastel, Giulio Carlo Argan, Erwin Panofsky y E. Gombrich me enseñaron a mirar con los ojos bien abiertos las obras de arte y a buscar sus vinculos con el mundo real, intentando ver en ellas lo que vieron sus contemporaneos y comprender el lugar que ocupaban en sus vidas y en sus sistemas de creencias. Creo que fue de Baudelaire y de Marcel Proust de quienes empece aprendiendo a escribir sobre arte, intentando usar las palabras como una lente de aumento para mirar mejor lo que se tiene delante de los ojos, en los cuadros y tambien en la realidad. Mucho mas tarde, ya adulto, descubri a Robert Hughes y quise tomar ejemplo de su apasionada claridad. Los ensayos de este libro se han ido escribiendo de manera intermitente a lo largo de casi veinte años. Al verlos juntos ahora, observo que el azar de los encargos y del puro paso del tiempo les ha ido dando una cierta unidad involuntaria, casi un hilo narrativo, que tiene mucho que ver con la deriva de mis intereses personales y mis aficiones, quizas con la etica y la estetica que estan implicitas en el trabajo de cada escritor. Antonio Muñoz MolinaAntonio Muñoz Molina nacio en Ubeda, Jaen, en 1956. Abandono los estudios de Periodismo en Madrid y se licencio en Historia del Arte en Granada. Inicio su carrera de escritor como columnista para el Diario de Granada,, su primera publicacion es la recopilacion de articulos El Robinson urbano (1984). En 1986 ve la luz su primera novela, Beatus Ille, y un año despues, con El invierno en Lisboa, gana el Premio Nacional de Narrativa y el Premio de la Critica. La adaptacion cinematografica de Beltenebros (1989) y la consecucion del Premio Planeta de 1991 por El jinete polaco le convierten en uno de los autores mas reconocidos del panorama de las letras españolas. Es entonces cuando se instala de nuevo en Madrid, donde compagina la labor de articulista en El Pais con la publicacion de novelas como Los misterios de Madrid (1992) o Plenilunio (1997). En 1995 es elegido miembro de la Real Academia Española. Casado en la actualidad con la tambien articulos escritora Elvira Lindo, vive entre Madrid y Nueva York, ciudad en la que dirigio el Instituto Cervantes. Entre sus novelas mas recientes figuran Ventanas de Manhattan (2005), El viento de luna (2008) y La noche de los tiempos (2010).
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