Entre las numerosas comidas que compartió Jesús con nosotros, es la Eucaristía la que retiene con mayor frecuencia toda nuestra atención. ¿Qué pasaría si la impregnáramos de verdad, en sentido espiritual y practico, de aquella atmosfera, de aquel estilo subversivo, de las Palabras y consignas que caracterizan a las otras comidas que nos refiere el Evangelio?Siguiendo la linea de la teovision integradora que subyace en este trabajo, el autor va recordando, respecto a la Eucaristia, una serie de convicciones de fe que han sido insuficientemente mantenidas unidas: presencia del mismo Señor en el pan transfigurado y en el hermano desfigurado; la misa como recuerdo de un crimen sangriento, y la perpetuacion de este crimen hoy en la condena de multitudes oprimidas, hambrientas, despojadas por el pecado del mundo; la celebracion de Cristo resucitado, y el trabajo asignado a la esperanza cristiana en favor de un mundo nuevo...