Los relatos de los súbditos de la Unión Soviética suelen ser dramáticos, como espantosa e injusta era la vida bajo el comunismo: persecuciones, exilios, encarcelamientos, despidos, torturas, ejecuciones, miseria, delaciones Alexander Solzhenistyn, Boris Pasternak, Victor Kravchenko y otros muchos escribieron libros escalofriantes sobre el aplastamiento del ser humano. Serguei Dovlatov, autor de cuentos y novelas, emplea otro metodo para describir la maldad y la estupidez del regimen bolchevique: el sarcasmo aplicado a la vida cotidiana. A medio camino entre la novela y el cuento, Dovlatov nos habla en Los nuestros de personajes excentricos y geniales que son sus parientes: abuelos, tias, primos... Pero el verdadero protagonista es el universo absurdo, caotico e infranqueable en que se mueven. Un lugar y un tiempo en el que encontrarse a uno u otro lado de la verja del campo de trabajo no suponia mas que una mera formalidad. Para apreciar la genialidad, asi como la ironia, de Dovlatov reproducimos algunos fragmentos de sus cuentos reunidos en Los nuestros: Los herederos de Stalin decepcionaron a mi padre. Les faltaba grandeza, brillo, teatralidad. Mi padre estaba dispuesto a aceptar la tirania, pero una tirania oriental, llena de color y algo salvaje. La vida habia hecho de mi primo hermano un delincuente. Creo que tuvo suerte. Si no, se hubiera convertido, sin duda, en un alto funcionario del partido. Como es sabido, en nuestra prensa solo las erratas dicen la verdad. Desde mi mas temprana infancia, mi educacion fue politicamente tendenciosa. Mi madre, por ejemplo, despreciaba profundamente a Stalin.
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