Jugar al escondite y otras vivencias es la opera prima de su autora, Emilia Solís, una escritora que descubre su pasión por la literatura muy tarde, cuando se da cuenta que su propia experiencia es la de una mujer que se ha tenido que ir superando poco a poco, y que ha visto como el infortunio muchas veces es fruto del exceso de confianza en personas de nuestro propio entorno familiar o laboral. Ahora bien, en cualquier tesitura de la vida, es preciso ser valiente y no dejarse dominar ni avasallar por los problemas o los que pretenden aprovecharse de ti. Jugar al escondite, es una historia contada a traves de los recuerdos de la memoria. Primero los aspectos miticos en Rute (Cordoba), donde se fraguan una serie de contrariedades que provocaran la ruina de los Solis, padres de la autora. Despues Cataluña, donde la familia se mantiene unida, haciendo frente muy pronto a la perdida del cabeza de familia, aunque en conjunto Cataluña merece paginas muy hermosas de gratitud por ser una tierra acogedora y hospitalaria. Finalmente Almeria, donde se cuenta la historia de Emilia, su marido y sus hijos, desde el reto que supone el regreso y los temores que infunde darle un giro total a unas vidas. Emilia Solis escribe con un lenguaje muy fluido, popular, sin extravagancias, comprensible para cualquier lector. Ha dividido su libro en capitulos, que responden cada uno a un hecho trascendente de tipo familiar o personal, segun ella lo recuerda, analizandolo desde su propia optica. El gran interes del libro radica en que estamos ante un testimonio veraz de las vivencias propias de una de las muchas familias que en los años cincuenta y sesenta abandonaron Andalucia camino de Cataluña para forjarse un futuro mejor. Lo importante no solo es la diaspora, siempre dura en aquellos terribles años de la posguerra, sino, en este caso, el regreso, o sea el reto que supone la opcion de retornar a una tierra que decadas atras les nego el pan.