El pasado no es un muro de hormigón fijo, pesado e inamovible. Podemos y debemos cambiarlo, hasta hacerlo desaparecer definitivamente. Así llegará un día en que seremos capaces de vivir con ligereza el presente de nuestro aliento. Sin pensamientos ni interferencias emocionales. Un duro trabajo de trasmutacion que va convirtiendo ese manido yo, aqui y ahora, en un glorioso nadie, en todas partes y para siempre.Hay muchas maneras de limpiar, cambiar y liberar el pasado, pero todas ellas comparten un mismo intento. Sin un proposito claro y definido por recuperar las energias que tenemos invertidas en tantos recuerdos de odio, rechazo, pesadillas de infancia, miedos, culpabilidad, e incluso en los buenos momentos por los que hemos atravesado en la vida, no nos sera posible una verdadera recapitulacion.En este libro recorro las trece maneras que a lo largo de los ultimos decenios he utilizado como metodos alternativos a la recapitulacion tolteca. Sencillos, eficaces y liberadores. Especialmente porque en un cierto momento el guerrero, hombre o mujer, se encuentra con dificultades ante la caja de recapitulacion, el inventario y los metodos pasivos de respiracion. El canto del arbol, el espejo, la sombra, el masaje de recuerdo, la meditacion, la catarsis son algunos de los medios que, ayudados por la respiracion, el canto, la conciencia de hara, el masaje prolongado de ciertas zonas, la fijacion de la mirada o la observacion de chidakash (el espacio de la conciencia) permiten realizar este trabajo de manera natural, chamanica, sin connotaciones psicologicas y con resultados tangibles desde el primer esfuerzo. Sin duda que cada uno ha de encontrar su o sus maneras entre tantas posibilidades, pero una vez que alguien dialoga con su sombra fisica (reflejo de su adversario psiquico) o pasa a traves del reflejo de sus ojos en un espejo, manteniendo la conciencia y la respiracion adecuadas, todo avanza rapidamente.Soltad los cinturones de seguridad, dejad a un lado los chalecos salvavidas, tirad el paracaidas por la ventanilla y lanzaros sin miedo al vacio. Esta es la batalla florida
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